Organizaciones israelíes de derechos humanos han comenzado a denunciar públicamente el genocidio que está llevando a cabo el gobierno de su país en la Franja de Gaza.
Las imágenes de gazaties famélicos que ruegan por un plato de comida o mueren en bombardeos en búsqueda de alimentos no solo ha conmovido a la comunidad internacional, sino que también ha generado un debate interno dentro de Israel, por el cual voces internas han denunciado la gravedad de la situación, incluyendo hambruna y muertes de civiles, especialmente de niños.
Una de ellas ha sido B’Tselem, organización que desde 1989 ha monitoreado los abusos a los derechos humanos en los territorios palestinos, y que recientemente publicó un informe denominado ‘Nuestro genocidio’, en el cual llegaron a la conclusión de que Israel está tomando medidas coordinadas para destruir intencionalmente la sociedad palestina en la franja de Gaza.
Las acusaciones de B’Tselem se suman a las del informe de Médicos por los Derechos Humanos-Israel (PHRI), que publicó un análisis jurídico-médico que documentó la destrucción deliberada y sistemática del sistema sanitario de Gaza.
Aunque enfrentan resistencia y poca cobertura en los medios de comunicación israelíes, estas organizaciones pro derechos humanos locales han denunciado y criticado este sistema de apartheid y las acciones coordinadas para destruir la sociedad palestina en este territorio, solicitando detener la violencia y el bloqueo en Gaza, lo que ha generado un fuerte debate sobre las acciones del gobierno y el impacto en la población palestina.
Ambas organizaciones se han plantado firmes para pedir a los israelíes y a la comunidad internacional que no se conviertan en cómplices del genocidio de Israel contra los palestinos y tomen medidas inmediatas para detener esta dramática situación, utilizando todos los instrumentos legales disponibles en virtud del derecho internacional.